Vista general de la Capilla de San Fernando, que hoy acoge el Tesoro y forma parte del recorrido del Museo de la Catedral.
Vista general de la Capilla de San Fernando, que hoy acoge el Tesoro y forma parte del recorrido del Museo de la Catedral.

Capilla de San Fernando

Santiago de Compostela
La Capilla de San Fernando en la Catedral de Santiago alberga el "Tesoro", con las más valiosas piezas de orfebrería, algunas en una antigua caja fuerte. Originalmente conectada con la sacristía, está cubierta por bóvedas estrelladas y decorada con pinturas murales de Pedro Noble de 1536. Fue capilla de Santas Reliquias hasta 1641. Actualmente, contiene reliquias y tesoros catedralicios, incluyendo la esclavina del Apóstol y otras importantes piezas de orfebrería.

La Capilla de San Fernando: El Tesoro Oculto de la Catedral de Santiago

La Capilla de San Fernando, que hoy forma parte del recorrido del Museo de la Catedral de Santiago de Compostela, es el hogar del llamado “Tesoro” de la catedral. Aquí se encuentran algunas de las piezas más valiosas de la orfebrería catedralicia. De hecho, algunas de estas joyas están guardadas en una antigua caja fuerte, oculta en los gruesos muros de piedra de la capilla. Sin embargo, esta no siempre fue su función original; en su día, la capilla estuvo conectada directamente con la actual sacristía de la catedral.

Antiguo retablo-caxonada para las reliquias de Cornielles de Holanda custodia hoy piezas del tesoro.
El antiguo retablo-caxonada para las reliquias de Cornielles de Holanda custodia hoy piezas del tesoro. Las pinturas murales son de Pedro Noble.
En esta vista general se aprecian la caja fuerta con las piezas más preciosas
Capilla de San Fernando. En esta vista general se aprecian la caja fuerta con las piezas más preciosas, la vitrina de la esclavina barroca del Apóstol titular, y la custodia de Arfe.

Un Diseño con Influencia Salamantina

La capilla sigue el estilo arquitectónico de Juan de Álava, quien también diseñó el claustro que se encuentra junto a ella. Su construcción se completó en 1527 y se caracteriza por una impresionante bóveda estrellada que cubre el techo, sostenida por ménsulas decorativas. Los nervios de la bóveda forman patrones complejos, con claves adornadas con motivos vegetales y símbolos jacobeos. Además, en 1536, se añadieron unas pinturas murales que representan la Ascensión y la Asunción de María, obra del artista Pedro Noble, y que aún se conservan. También participó en la decoración de esta capilla Juan Bautista Celma, quien en 1590 realizó trabajos en el arco y el altar de San Silvestre, incluyendo un retablo lateral de 1540 que originalmente albergaba las reliquias de este santo.

Está cubierta por dos tramos de bóvedas estrelladas sobre ménsulas
Está cubierta por dos tramos de bóvedas estrelladas sobre ménsulas, cuyos nervios forman ricos y diferentes diseños con claves decoradas con motivos vegetales y jacobeos.
Pinturas murales representando la Ascensión y la Asunción de María de Pedro Noble.
Pinturas murales representando la Ascensión y la Asunción de María, que aún se conservan, de Pedro Noble.

De Capilla de Reliquias a Sala del Tesoro

En 1537, la capilla fue destinada a albergar las santas reliquias, cumpliendo esta función durante poco más de un siglo. Estas reliquias se colocaban en un retablo diseñado por Cornielles de Holanda, que contaba con múltiples compartimentos para guardar estos preciados objetos. Sin embargo, en 1641, las reliquias fueron trasladadas a otra ubicación, y el retablo también fue movido, aunque ha vuelto a la capilla tras una reciente restauración. Hoy en día, este retablo acoge parte del tesoro catedralicio, lo que da nombre a esta sala del museo.

Capilla de San Fernando. Relicario-cajonada para reliquias de Cornielis de Holanda. Siglo XVI.
Capilla de San Fernando. Relicario-cajonada para reliquias de Cornielis de Holanda. Siglo XVI. Contiene numeras piezas de orfebrería.

Un Altar para San Fernando

Después de que el rey Fernando de Francia fuese canonizado en 1671, la catedral recibió la petición de erigirle un altar. En 1679, se encargó al escultor Juan de Seoane la figura del rey santo, que lo muestra mirando al cielo, con un orbe y una espada en mano, y vestido con majestuosos ropajes barrocos. Aunque se construyó un retablo barroco para esta imagen, el que hoy la alberga es de estilo neorrenacentista.

Vista general de la Capilla de San Fernando, que hoy acoge el Tesoro y forma parte del recorrido del Museo de la Catedral.
Vista general de la Capilla de San Fernando, que hoy acoge el Tesoro y forma parte del recorrido del Museo de la Catedral.

Piezas de Incalculable Valor

Además de la imagen de San Fernando, la capilla alberga una colección impresionante de orfebrería. Aquí se guarda, por ejemplo, la custodia procesional de Antonio de Arfe, que sale del museo cada año para la procesión del Corpus Christi. También se encuentra la esclavina original del Apóstol Santiago, que vestía la imagen del altar mayor y que fue un regalo del arzobispo Monroy, aunque en las últimas décadas ha sido sustituida por una réplica. Entre otras piezas valiosas, destacan un copón de Juan Posse de finales del siglo XVII, y un cáliz de oro, adornado con brillantes, donado por el arzobispo Rafael Múzquiz en el siglo XIX. Además, la capilla cuenta con un delicado relieve de la Virgen de la Leche, obra de Luisa Roldán hacia 1700.

Esclavina original que vestía el Apóstol del altar mayor, regalo del arzobispo Monroy
Esclavina original que vestía el Apóstol del altar mayor, regalo del arzobispo Monroy
Copón de Juan Posse. Escuela Compostelana, 1699.
Copón de Juan Posse. Escuela Compostelana, 1699.
Esclavina original que vestía el Apóstol del altar mayor, regalo del arzobispo Monroy
Esclavina original que vestía el Apóstol del altar mayor, regalo del arzobispo Monroy
Cáliz de Múzquiz. Lucas de Foro. Escuela Madrileña, 1818.
Cáliz de Múzquiz. Lucas de Foro. Escuela Madrileña, 1818.

Galeria de fotos: Capilla de San Fernando

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