Iglesia de la Corticela
Santiago de CompostelaSanta María de la Corticela: La Capilla que es una Iglesia Independiente
Aunque hoy en día parece ser una de las capillas de la majestuosa Catedral de Santiago de Compostela, Santa María de la Corticela es en realidad una iglesia independiente con su propia parroquia. A lo largo de los siglos, varias capillas de la catedral fueron parroquias independientes, como San Andrés o San Fructuoso. Sin embargo, en la actualidad, solo la Corticela mantiene ese estatus. Desde 1527, ha sido conocida como la "parroquia de extranjeros y vascos" que llegaban a la ciudad. Aquí se celebran misas, sacramentos y cuenta con un cura párroco propio.
Un Origen Anterior a la Catedral Románica
La historia de la Corticela se remonta mucho antes de que alguien siquiera imaginara la gran catedral románica que conocemos hoy. Su origen se sitúa en el siglo IX, en la época del obispo Sisnando y el rey Alfonso III. Este obispo tuvo un papel crucial en la defensa de la ciudad de Santiago, levantando murallas y fosos para protegerla de los ataques normandos. De hecho, es posible que el nombre de "Corticela" provenga de la palabra latina curtis, que significa "cerca", en referencia a su proximidad con estas defensas.
De San Esteban a San Martín: Cambios de Advocación
Originalmente, la iglesia de la Corticela estaba dedicada a San Esteban, con altares también dedicados a San Silvestre y Santa Columba. Sin embargo, en el siglo X, la advocación cambió a San Martín, cuando el rey Ordoño II otorgó a los monjes de la comunidad un terreno fuera de las murallas de la ciudad, conocido como Pinario. En ese lugar, construyeron un pequeño oratorio que, junto con la Corticela y la basílica primitiva de Santiago, sufrió los estragos de la razzia de Almanzor en 997. La reconstrucción de estos lugares estuvo a cargo del obispo santo Pedro de Mezonzo.
La Relación con el Monasterio de San Martín Pinario
Desde su origen, la Corticela ha estado ligada al cercano monasterio de San Martín Pinario. Sin embargo, con el tiempo, esta relación se ha distanciado. Se cree que, al igual que el obispo Diego Peláez tuvo que llegar a un acuerdo con los monjes de Antealtares en 1077 para construir la basílica románica en terrenos que les pertenecían, también debió negociar con los monjes de Pinario, dada la cercanía de su capilla a la nueva catedral y la necesidad de liberar espacio.
Transformaciones Arquitectónicas a lo Largo de los Siglos
Las excavaciones realizadas en 1966 revelaron que la iglesia original de la Corticela tenía un tramo adicional que hoy ya no existe. Este cambio pudo haber llevado a una nueva consagración en 1088. La estructura de la iglesia sigue un esquema similar al de la basílica de Alfonso III, con tres naves y un presbiterio cuadrado en el centro. Los dos laterales que vemos hoy en día son añadidos posteriores, lo que se nota en el diferente grosor de los muros y la ausencia de canecillos (elementos decorativos en la cornisa) que sí se encuentran en la capilla mayor.
La Conexión con la Catedral Románica: La Portada de la Corticela
Para acceder a la Corticela desde la catedral románica, se utilizaba la puerta de Santa María en el transepto norte, que hoy está tapiada. En el siglo XIII, se añadió una nueva portada que conecta la Corticela con la escalera y, posteriormente, con la catedral. Esta portada, que data de alrededor de 1213, presenta una Epifanía tallada en el estilo del Maestro Mateo, con una representación de la adoración de los Reyes Magos que refleja la influencia de su taller.
Elementos Decorativos y Modificaciones a lo Largo de la Historia
En los muros de la Corticela se abren algunos ventanales y rosetones que iluminan el interior, y se pueden observar arcosolios (nichos en los muros) que hoy albergan varias imágenes, como la de una figura femenina yacente del siglo XIV y el sepulcro del cardenal Gonzalo Eanes, muerto en 1342. La iglesia también ha experimentado varias modificaciones en época barroca, que han influido en su aspecto actual, como la integración definitiva dentro de la catedral en el siglo XVIII.
En cuanto a los elementos que vemos hoy en el interior, hay una mezcla de estilos y épocas. Desde la urna con el Cristo Yacente, una obra anónima del siglo XVII, hasta la imagen de la Virgen de la Consolación en la capilla mayor, que es de especial devoción para los estudiantes de Santiago. Ellos, según la tradición, dejan en sus manos peticiones en pequeños trozos de papel, especialmente en épocas de exámenes.