Artes Textiles
Santiago de CompostelaColecciones de Artes Textiles en la Catedral de Santiago de Compostela
La Catedral de Santiago de Compostela no solo es famosa por su arquitectura, sino también por sus impresionantes colecciones de arte textil. En su Museo, se conservan piezas textiles valiosas que abarcan desde la Edad Media hasta nuestros días. Muchas de estas prendas, especialmente las litúrgicas, estaban hechas con lujosas telas bordadas en hilos de oro, lo que las hacía tan valiosas que se guardaban junto a los tesoros más preciados, como relicarios y vasos sagrados.
El Capelo Cardenalicio del Cardenal Quiroga
Aunque no tiene tanto valor artístico, una pieza destacada por su valor simbólico es el capelo cardenalicio del Cardenal Fernando Quiroga Palacios, que se expone en la Capilla de San Fernando junto a un tríptico donado por él mismo. Este cardenal, que fue arzobispo de Santiago entre 1952 y 1971, es recordado con mucho cariño en la ciudad, y llegó a formar parte de la Comisión Preparatoria del Concilio Vaticano II.
Piezas Textiles Únicas en el Museo
El Museo de la Catedral cuenta con una sala especialmente adaptada para conservar piezas textiles muy delicadas y singulares, algunas de las cuales son difíciles de encontrar en otros museos. El Camino de Santiago jugó un papel clave en la llegada de estas lujosas telas, especialmente desde Oriente y Al Andalus. Las piezas más antiguas datan del siglo XI y provienen del monasterio de San Martín Pinario. Estas incluyen una tela de seda roja de origen almorávide, decorada con inscripciones en árabe, y un fragmento de seda hispano-árabe de color marfil con una cenefa geométrica.
Tesoros Medievales de la Capilla de las Reliquias
En 1998, se descubrieron en la urna relicario de Santa Susana, en la Capilla de las Reliquias, unas piezas textiles medievales de la primera mitad del siglo XIV. Entre ellas, destaca una Dalmática decorada con motivos vegetales en oro sobre un fondo azul turquesa, y un fragmento con motivos florales en oro sobre un fondo marrón. La más singular es una tela de lino procedente de Asia Central, posiblemente utilizada como sudario, decorada con motivos animales y vegetales en seda roja. Esta pieza, que data del siglo XI, tiene similitudes con tejidos coptos egipcios y es prácticamente única en Europa.
Vestiduras en Honor al Apóstol
La colección de vestiduras y ornamentos en honor al Apóstol Santiago es abundante y se compone de ropas litúrgicas donadas por las más altas dignidades de la basílica. Estas piezas, en algunos casos, han sido transformadas y adaptadas a lo largo de los siglos. Un ejemplo destacado es la colección de ocho capas pluviales de mediados del siglo XVI, conocidas como “de Santa Isabel de Portugal”. Estas capas, donadas por el Arcediano de Nendos, Beltrán de Coix, combinan el bordado y el tejido con hilos de oro y se atribuyen al bordador compostelano Gonzalo Luaces. También destacan piezas barrocas, como una capa pluvial fúnebre del siglo XVIII, bordada en seda y oro en un taller toledano, y otra capa pluvial de 1777 con escudo episcopal, obra de Miguel Molero.
El Legado de Pedro Acuña y Malvar
De principios del siglo XIX, el Museo conserva un terno que perteneció a Pedro Acuña y Malvar, quien fue Secretario de Estado y Provisor de la Diócesis de Santiago. Este terno, ricamente decorado con motivos jacobeos en oro, es parte de un legado que incluye muchos otros tapices que se exponen en el Museo.
La Joya de las Colecciones Textiles: El Gallardete de la Nao Capitana
Sin duda, la joya de la colección textil del Museo es el Gallardete de la Nao Capitana, utilizado en la Batalla de Lepanto en 1571. Este gallardete, que mide más de 17 metros de largo, está hecho de lino y decorado con pintura al temple. Tras su última restauración, ha recuperado la intensidad de sus colores originales. En él se representan varios símbolos y escenas, como un Calvario, un Trono de Gracia, el León de San Marcos, el escudo imperial de la Casa de Austria, y otras figuras que conmemoran la alianza de la Liga Santa que, liderada por Don Juan de Austria, derrotó a los turcos en Lepanto. Este gallardete fue donado a la Catedral de Santiago por el propio Don Juan de Austria como agradecimiento al Apóstol por la victoria.