Capilla del Pilar
Santiago de CompostelaLa Capilla del Pilar: Un Rincón Barroco en la Catedral de Santiago
Un Espacio Transformado
El esplendor del estilo barroco se manifiesta con fuerza en la Capilla del Pilar de la Catedral de Santiago de Compostela. Esta capilla ocupa el lugar donde antes se encontraban dos capillas románicas antiguas, las de San Andrés y San Martín (o San Fructuoso), que fueron derribadas. Estas capillas estaban situadas en una ubicación muy importante cerca del altar mayor, lo que inicialmente llevó al cabildo a pensar en construir una nueva sacristía en su lugar, grande y accesible para las ceremonias litúrgicas.
De Sacristía a Capilla
En 1696, Domingo de Andrade fue el encargado de dirigir el proyecto, pero en 1711, debido a su avanzada edad y delicada salud, dejó el trabajo a su sucesor, Fernando de Casas. En 1713, bajo la dirección de Casas y gracias al arzobispo Monroy, se decidió que el espacio se convertiría en una capilla en lugar de una sacristía. Monroy financió toda la construcción, aunque falleció en 1715 sin ver el proyecto completado. A la derecha de la entrada de la capilla se encuentra su monumento funerario, una escultura de mármol que lo representa arrodillado hacia el altar con un realismo impresionante. Esta obra fue realizada por Fernández Sande, quien también esculpió las imágenes de los retablos, a excepción de la Virgen del Pilar, que fue traída desde Zaragoza.
Detalles y Decoración de la Capilla
Las obras continuaron hasta 1719, pero la rica decoración no se finalizó hasta 1723. La capilla está adornada con mármoles y jaspes de colores, complementados con detalles pintados y dorados. Miguel de Romay utilizó estos mismos materiales para crear el retablo mayor, que probablemente fue diseñado por Fernando de Casas, ya que su estilo recuerda a la fachada del Obradoiro. El retablo enmarca un lienzo de Juan Antonio García de Bouzas, que representa la aparición milagrosa de la Virgen sobre el Pilar a Santiago y sus discípulos en Zaragoza.
La Cúpula y Accesos
La cúpula de la capilla está decorada con motivos jacobeos, como cruces de Santiago y conchas de vieira, además de los escudos del arzobispo Monroy rodeados de hojas y frutas. Esta cúpula cubre toda la capilla y se eleva sobre trompas que se transforman en grandes veneras con la cruz de Santiago en el centro. Desde la girola, se accede a la capilla a través de dos rejas de bronce fundidas en 1721, cuyo diseño también se atribuye a Fernando de Casas. En el interior, dos nichos flanquean el altar y albergan dos cajoneras diseñadas por Casas, hechas con maderas nobles como ébano y caoba, con incrustaciones de marfil y carey, convirtiéndose en dos de los muebles más valiosos de la catedral.