Capilla del Pilar. Vista general desde la entrada.
Capilla del Pilar. Vista general desde la entrada.

Capilla del Pilar

Resumen:

La Capilla del Pilar en la Catedral de Santiago destaca por su esplendoroso estilo barroco y se ubica en el espacio que quedó libre tras el derribo de las capillas de San Andrés y San Martín o San Fructuoso. Inicialmente, la intención era construir una nueva sacristía, pero bajo la dirección de Domingo de Andrade, el proyecto se transformó en una capilla. Sin embargo, debido a la avanzada edad y salud de Andrade, Fernando de Casas tomó el relevo en 1711.

Bajo el patrocinio del arzobispo Monroy, la construcción se convirtió en una capilla, financiada totalmente por él. Aunque Monroy falleció en 1715 antes de ver la obra terminada, su monumento funerario en la capilla presenta un retrato realista esculpido por Fernández Sande. Las obras continuaron con el nuevo arzobispo, finalizando en 1719, mientras que la decoración se completó en 1723.

La capilla se caracteriza por la animación de mármoles y jaspes, complementados con detalles pintados y dorados. Miguel de Romay se encargó del retablo mayor, posiblemente diseñado por Fernando de Casas, y rematado con un lienzo de Juan Antonio García de Bouzas que representa la aparición milagrosa de la Virgen sobre el pilar a Santiago y sus discípulos en Zaragoza.

La cúpula, decorada con motivos jacobeos y los escudos de Monroy, se alza sobre trompas convertidas en veneras con la cruz de Santiago en el centro. La capilla también cuenta con dos rejas de bronce fundidas en 1721, diseñadas por Fernando de Casas, y nichos con cajoneras de maderas nobles enmarcadas con incrustaciones de marfil y carey. En su conjunto, la Capilla del Pilar es una obra destacada dentro de la catedral, representando la riqueza artística y arquitectónica del estilo barroco.



Historia de la Capilla del Pilar

El estilo barroco aparece en todo su esplendor en la Capilla del Pilar, con acceso desde el deambulatorio y ocupando el espacio de dos de las capillas románicas primitivas del transepto y de la propia girola. Se levanta en el solar que dejó libre el derribo de las capillas de San Andrés y de San Martín o San Fructuoso, ya que acogió la parroquia de esta advocación, hoy trasladada a la iglesia de la Quinta Angustia, en la parte de detrás del Palacio de Rajoy.

Con esta liberación de espacio en un punto tan importante del templo, cerca del altar mayor, la idea inicial del cabildo no era la de levantar una capilla, sino una nueva sacristía, grande y de cómodo acceso al lugar de la liturgia. Al frente de este cometido fue puesto Domingo de Andrade, quien trabajó en el proyecto desde 1696 hasta 1711, año en que su avanzada edad y delicada salud le hicieron pasar el testigo a su sucesor, Fernando de Casas.

En 1713, con el nuevo maestro de obras, el arzobispo Monroy consiguió que el nuevo espacio en construcción fuera una capilla, corriendo él con todos los gastos. Monroy murió en 1715 sin ver la obra terminada. Su monumento funerario, a la derecha de la entrada a la capilla, le representa con fiel naturalismo, arrodillado hacia el altar según el modelo que vemos en otros sepulcros, como los de la capilla del Cristo de Burgos. Tallado en mármol con ampulosos pliegues en sus telas, su rostro sereno y casi vivo es un fiel retrato del prelado. El autor fue Fernández Sande, quien también firmaría las imágenes de los retablos, salvo la titular, una Virgen del Pilar traída de Zaragoza y ante la que se postra un Santiago Peregrino también de mármol y con detalles dorados.

Las obras continuaron con el nuevo arzobispo, y no se terminaron hasta 1719. La compleja decoración de la capilla se demoró hasta 1723. Todo el espacio se anima con mármoles y jaspes, cuyos colores se complementan con algunos detalles pintados y dorados. Estos mismos materiales serían utilizados por Miguel de Romay para el retablo mayor, quizás trazado por el propio Fernando de Casas, puesto que recuerda en su desarrollo y motivos ornamentales a la parte central de la fachada del Obradoiro.

Capilla del Pilar. Los muros laterales.
Capilla del Pilar. Los muros laterales.
Detalle de uno de los muros laterales con las ventanas fingidas con audaz perspectiva y uso de mármoles.
Detalle de uno de los muros laterales con las ventanas fingidas con audaz perspectiva y uso de mármoles.

El remate del retablo enmarca un lienzo de Juan Antonio García de Bouzas, que representa, como ya hemos dicho, la milagrosa aparición en Zaragoza de la Virgen sobre el pilar a Santiago y sus discípulos. Este pintor fue también el encargado de los toques de pintura que completan la decoración de la capilla. La cúpula, decorada con motivos jacobeos – arcas, cruces de Santiago y conchas de vieira – así como con los escudos de Monroy entre hojas y frutas, se levanta sobre trompas que se convierten en enormes veneras con la cruz de Santiago en el centro, y cubre toda la rectangular capilla. El capulín con el que está rematada aporta luz a los coloridos materiales.

El remate del retablo enmarca un lienzo de Juan Antonio García de Bouzas
El remate del retablo enmarca un lienzo de Juan Antonio García de Bouzas, que representa la milagrosa aparición en Zaragoza de la Virgen sobre el pilar a Santiago y sus discípulos
La cúpula, decorada con motivos jacobeos – arcas, cruces de Santiago y conchas de vieira
La cúpula, decorada con motivos jacobeos – arcas, cruces de Santiago y conchas de vieira – así como con los escudos de Monroy entre hojas y frutas, se levanta sobre trompas que se convierten en enormes veneras con la cruz de Santiago en el centro, y cubre toda la rectangular capilla. El capulín con el que está rematada aporta luz a los coloridos materiales.

Desde la girola, se accede a la capilla del Pilar a través de dos rejas de bronce fundidas en 1721, cuyo diseño recuerda también a Fernando de Casas. Se encuentran prácticamente enfrente de los dos nichos que, al fondo de la capilla, flanquean el altar y cobijan sendas cajoneras diseñadas también por Casas. Sus maderas nobles, como ébano o caoba, y las incrustaciones de marfil y carey las convierten en dos de los muebles más importantes de todo el conjunto catedralicio.

Capilla del Pilar. Reja de una de las dos puertas que dan acceso a la capilla, fundidas en 1721
Capilla del Pilar. Reja de una de las dos puertas que dan acceso a la capilla, fundidas en 1721
Detalle de la cajonería barroca en maderas nobles e incrustaciones
Detalle de la cajonería barroca en maderas nobles e incrustaciones

Capillas de la Catedral

Descubre un universo de devoción y arte en cada rincón de las capillas de la majestuosa Catedral de Santiago de Compostela. Cada una de estas santuarios es un tesoro único que encierra siglos de historia y espiritualidad. Desde la exquisita Capilla Mayor, adornada con relieves de una delicadeza incomparable, hasta la íntima Capilla del Pilar, donde la luz danza sobre antiguos altares, cada espacio invita a la contemplación y la reverencia. Las capillas laterales, con sus retablos de talla dorada y sus vívidos frescos, son como galerías de arte sacro que inspiran y conmueven a quienes las visitan. En cada piedra, en cada detalle, se siente la presencia de aquellos que, a lo largo de los siglos, han encontrado consuelo y esperanza entre estas paredes sagradas. ¡Una experiencia que te transportará a un mundo de fe y maravilla!