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Catedral de Santiago de Compostela
Catedral de Santiago de Compostela: Capilla de Santa Catalina
Capilla de Santa Catalina de la Catedral de Santiago

Toda la historia de la Capilla de Santa Catalina

En el sencillo retablo de la pequeña Capilla de Santa Catalina vemos en su hornacina central una imagen de Santa Catalina. Más abajo otra imagen de la Virgen de Lourdes de finales del siglo XVIII. Por la parte exterior de su muro y en la escalera que baja desde la puerta de la Azabachería podemos ver una hermosa estatua yacente de granito con su báculo de bronce. Al otro lado de la escalera encontramos el sepulcro del prior Juan Vidal con una expresiva escultura.

En la Capilla de Santa Catalina podían decir misa todos los sacerdotes que quisieran, lo cual se anunciaba en una tablilla escrita colocada en la antigua reja que la cerraba. 


Junto a la puerta de la Azabachería, a su lado oeste, un espacio que en su momento fue un importante punto de la catedral compostelana pasa hoy casi desapercibido. La pequeña Capilla de Santa Catalina era el espacio que ocupaba el Panteón Real, una vieja aspiración de la catedral que por diferentes motivos nunca llegó a ser del todo materializada, salvo en contados casos y con posteriores traslados a la capilla de las Reliquias. El uso de enterramiento se mantiene en un espacio contiguo a esta capilla, por la parte exterior de su muro y en la escalera que baja desde la puerta de la Azabachería.

La hermosa estatua yacente, de las postrimerías del gótico, presenta la novedad del báculo de bronce, que contrasta con el granito, y supone un ejemplo de los buenos broncistas del momento. Al otro lado de la escalera, junto a la capilla de San Andrés, encontramos el sepulcro del prior Juan Vidal, con expresiva escultura del siglo XVI, obra de Juan Bautista Celma.

Sepulcro del Obispo de Orense, Alonso López de Valladolid (1468) en las escaleras de entrada desde la fachada de Azabachería
Capilla de Santa Catalina
Sepulcro de Juan Vidal frente al del Obispo de Orense en las escaleras de entrada desde la fachada de Azabachería
Sepulcro del obispo de Ourense Alonso López de Valladolid, en la escalera de acceso a la catedral desde la fachada norte, adosado al muro de la capilla de Santa Catalina.
Capilla de Santa Catalina
Detalle del sepulcro del Obispo de Ourense Alonso López de Valladolid, con su báculo de bronce en contraste con el yacente labrado en granito.

Volviendo a esta capilla, se encuentra hoy bajo el patronato de los Marqueses de Bendaña, otrora titulares del importante Pazo de Bendaña en la compostelana Plaza del Toral.

Tras el traslado del Panteón Real, solicitado en 1535 por el canónigo y arcediano de la reina Lope Sánchez de Ulloa, éste dotó de una fundación a dicha capilla, antes de su muerte en 1545. Tres años después, en 1548, se contrató la obra de un retablo que presidiera el oratorio con el entallador y escultor maestre Miguel Ramón. Sin embargo, el sencillo retablo que vemos actualmente, que muestra a Santa Catalina en la hornacina central y una representación de la Virgen de Lourdes algo más abajo, es de finales del siglo XVIII.

Detalle de la imagen titular de Santa Catalina del retablo, con su atributo típico: la rueda de su martirio.

El cardenal del Hoyo nos da de nuevo algunos datos sobre esta capilla durante su visita de inicios del siglo XVII, cuando fue derribada su sacristía. Al parecer, en ella podían decir misa todos los sacerdotes que quisieran, lo cual se anunciaba en una tablilla escrita colocada en la antigua reja que la cerraba. Era una reja de estilo renacentista, realizada por Guillén de Bourse. La que vemos hoy, de 1763 y estilo barroco, la debemos a la mano del herrero Antonio Pérez.

Capilla de Santa Catalina
Capilla de Santa Catalina. La actual reja, de 1763, es de Antonio Pérez. Sustituyó a la del XVI de Guillén de Bourse