
Bienvenidos a la Catedral de Santiago
El Trasaltar de la Catedral
El Trasaltar, núcleo espiritual de la Catedral, guarda reliquias y arte desde el siglo XI. Conecta al peregrino con la tumba del Apóstol y simboliza la esencia de la devoción jacobea.
Contenido
- 1Introducción
- 1.1 Breve presentación de la Catedral de Santiago como icono cultural y religioso
- 1.2 Importancia del Trasaltar como parte integral del templo
- 2Orígenes e Historia del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
- 2.1 Contexto histórico: construcción y desarrollo del Trasaltar
- 2.2 Su función original y evolución a lo largo de los siglos
- 2.3 Relación con la tumba del Apóstol Santiago
- 3Arquitectura y Diseño del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
- 3.1 Características arquitectónicas del Trasaltar
- 3.2 Estilo y detalles decorativos: elementos románicos y barrocos
- 3.3 Obras de arte presentes en el Trasaltar (esculturas, relieves y retablos)
- 4Significado Espiritual y Simbólico del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
- 4.1 Conexión con el culto a Santiago el Mayor
- 4.2 Iconografía y mensajes teológicos representados en el espacio
- 4.3 Relevancia para los peregrinos y devotos
- 5Conservación y Restauración del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
- 5.1 Principales esfuerzos históricos para preservar el Trasaltar
- 5.2 Intervenciones recientes y retos actuales en la conservación
- 5.3 Papel del Trasaltar en el mantenimiento del patrimonio de la catedral
- 6El Trasaltar en la Experiencia del Visitante
- 6.1 Descripción del acceso y recorrido por esta área de la catedral
- 6.2 Impresiones y testimonios de visitantes
- 6.3 Importancia del Trasaltar como atracción turística y espiritual
- 7Conclusión
- 7.1 Resumen del valor artístico, histórico y religioso del Trasaltar
- 7.2 Invitación a visitarlo como parte esencial del conjunto catedralicio de Santiago de Compostela
- 8Preguntas frecuentes
- 9Galería fotográfica
Introducción
Breve presentación de la Catedral de Santiago como icono cultural y religioso
La Catedral de Santiago de Compostela es uno de los templos más emblemáticos y significativos de Europa, no solo por su imponente arquitectura, sino también por su profundo significado religioso y cultural. Desde su construcción en el siglo XI, la catedral ha sido un destino de peregrinación para miles de personas que recorren el Camino de Santiago con la esperanza de venerar las reliquias del apóstol Santiago. Este imponente edificio, que combina estilos románico, gótico y barroco, no solo es un símbolo de la cristiandad, sino también un referente histórico de la ciudad de Santiago y de Galicia. La Catedral de Santiago representa, a lo largo de los siglos, la confluencia de fe, arte y tradición, constituyéndose en un lugar de encuentro para peregrinos, turistas y fieles.
El diseño de la catedral fue concebido para acoger a los peregrinos que llegaban desde diversos puntos de Europa, lo que la convierte en una iglesia de peregrinación por excelencia. Su estructura fue pensada para facilitar el acceso a las reliquias de Santiago, con espacios como el deambulatorio que permiten a los visitantes rodear el altar sin interferir con las celebraciones litúrgicas, haciendo de la catedral un lugar tanto de culto como de tránsito espiritual.
Importancia del Trasaltar como parte integral del templo
El Trasaltar de la Catedral de Santiago es uno de los espacios más relevantes dentro del conjunto arquitectónico de la basílica, no solo por su significación religiosa, sino también por su rol en la historia de la catedral. Este área, ubicada detrás del altar mayor, ha sido testigo de importantes momentos de la vida litúrgica y de la peregrinación. Desde los primeros siglos de la catedral, el Trasaltar ha jugado un papel fundamental en las ceremonias relacionadas con el culto a Santiago el Mayor, ya que es el espacio que guarda, en su entorno, la tumba del apóstol. La relación directa del Trasaltar con las reliquias sagradas es clave en la experiencia de los peregrinos, quienes, tras completar su viaje, veneraban allí al apóstol.
El Trasaltar no solo tiene un valor arquitectónico; también está imbuido de una rica carga simbólica. Durante siglos, este espacio fue centro de veneración y de ritos litúrgicos, como la tradicional entrega de la Compostela. Además, su cercanía con el sepulcro de Santiago le otorga un poder espiritual único, convirtiéndolo en un punto esencial para aquellos que buscan un encuentro físico y místico con la figura del apóstol. A lo largo de los siglos, el Trasaltar ha sido objeto de reformas y transformaciones que han añadido capas de historia y arte a este espacio, consolidándolo como una de las zonas más significativas de la Catedral de Santiago.

Orígenes e Historia del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
Contexto histórico: construcción y desarrollo del Trasaltar
La Catedral de Santiago de Compostela, concebida como una "iglesia de peregrinación", fue diseñada para acoger a millones de peregrinos desde el siglo XI. Este modelo arquitectónico se encuentra en otros templos de importancia en el Camino de Santiago, como Santa Fe de Conques o San Saturnino de Toulouse, y se caracteriza por estructuras amplias con deambulatorios que facilitan el acceso a las reliquias sin interrumpir las celebraciones litúrgicas.


El trasaltar, ubicado detrás del altar mayor, evolucionó como un espacio central tanto espiritual como funcional. En sus inicios, albergaba la capilla de la Magdalena, documentada desde la época de Gelmírez en el siglo XII, durante las obras que consolidaron la Catedral como un epicentro de fe cristiana. Este espacio adquirió un significado especial al convertirse en lugar de veneración y refugio, como sucedió durante los disturbios que obligaron al arzobispo a guarecerse tras las rejas de la capilla.
Con los siglos, el trasaltar fue objeto de múltiples transformaciones, reflejando las corrientes artísticas y necesidades litúrgicas de cada época, desde el románico inicial hasta el renacimiento y el barroco. Cada modificación contribuyó a consolidar su relevancia en el conjunto de la Catedral.
Su función original y evolución a lo largo de los siglos
El trasaltar nació como un espacio de culto íntimo y lugar de conexión espiritual directa con el Apóstol. Durante la Edad Media, aquí se celebraba la misa de "Prima", destinada al pueblo llano, y se veneraba una imagen de Santiago del taller del Maestro Mateo, cuya importancia radicaba en permitir a los peregrinos una experiencia física cercana con el santo, coronando su viaje de fe.
En el siglo XVI, el trasaltar adquirió nuevas funciones con la disposición de la sacristía alta y la custodia del Santísimo Sacramento. Transformaciones como las realizadas por Alfonso III de Fonseca marcaron esta etapa, consolidando su papel litúrgico y decorativo. Las tablas manieristas de Juan Bautista Celma, con programas iconográficos orientados al deambulatorio y al presbiterio, muestran la riqueza estética y simbólica del espacio.
A pesar de los cambios, el trasaltar mantuvo su esencia como un área de veneración y culto, reforzada por la ocultación de las reliquias en 1589 para protegerlas de amenazas como los ataques de Sir Francis Drake. Este episodio añadió un nuevo capítulo a su historia, cargado de misterio y devoción, que perduró hasta el redescubrimiento de los restos en el siglo XIX.
Relación con la tumba del Apóstol Santiago
El trasaltar de la Catedral está intrínsecamente vinculado con la tumba del Apóstol Santiago, considerada la razón de ser del templo. Originalmente diseñado para enmarcar el sancta sanctorum y facilitar la experiencia de los peregrinos, este espacio sirvió como puente entre el altar mayor y la cripta que alberga los restos sagrados.
Durante la consagración de la Catedral en 1211, el trasaltar ofrecía una conexión visual y espiritual con la urna apostólica. Aunque las obras de Gelmírez cerraron el acceso directo a la tumba, se mantuvo la posibilidad de venerarla a través de la imagen del santo. El abrazo a la figura de Santiago en el trasaltar simbolizaba el punto culminante de la peregrinación, una experiencia transformadora que unía lo terrenal y lo divino.
Con el redescubrimiento de las reliquias en 1879, el trasaltar reafirmó su lugar central en la liturgia y el recorrido de los peregrinos. La estrella en el enlosado de la basílica recuerda el sitio del escondite de los restos, un detalle que subraya la relación profunda entre este espacio y la figura del Apóstol. En la actualidad, el trasaltar sigue siendo una ventana al alma espiritual de la Catedral, una conexión entre historia, fe y arte.



Arquitectura y Diseño del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
Características arquitectónicas del Trasaltar
El trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela es un espacio arquitectónico emblemático que, a lo largo de los siglos, ha jugado un papel funcional y simbólico crucial en el conjunto del templo. Situado en la parte posterior del altar mayor, conecta el presbiterio con el deambulatorio, un diseño que facilitaba la circulación de los peregrinos sin interferir en las ceremonias litúrgicas principales.



Este espacio mantiene una estructura abierta y diáfana, resultado de diversas reformas que buscaron equilibrar la funcionalidad con la solemnidad del lugar. Los elementos arquitectónicos incluyen bóvedas de medio cañón y columnas ornamentadas que sustentan el espacio, garantizando una armoniosa transición entre el estilo románico predominante en los inicios de la catedral y las intervenciones posteriores.
El trasaltar también cuenta con accesos estratégicamente ubicados que permiten a los visitantes acercarse tanto a la urna apostólica como a los elementos litúrgicos, reafirmando su rol como un lugar de culto y conexión espiritual.
Estilo y detalles decorativos: elementos románicos y barrocos
El trasaltar refleja una interesante fusión estilística que combina la austeridad y solidez del románico con los detalles ornamentales y dinámicos del barroco, fruto de las intervenciones realizadas en diferentes épocas.
Los pilares y arcos del trasaltar conservan el rigor del románico, destacándose la simplicidad de las formas y la funcionalidad estructural. Sin embargo, las decoraciones introducidas en el periodo barroco aportan un carácter más teatral y emotivo, con motivos florales, querubines y elementos dorados que enmarcan tanto el trasaltar como los vitrales que lo rodean.


Las rejas diseñadas por artistas como Guillén de Bourse y Pedro Flamenco en el siglo XVI, aunque solo se conservan fragmentos, son testimonio del estilo renacentista, con una transición al manierismo, evidenciada en los motivos geométricos y la delicadeza de los acabados.

Obras de arte presentes en el Trasaltar (esculturas, relieves y retablos)
El trasaltar alberga una rica colección de obras de arte que subrayan su importancia cultural y religiosa. Entre las piezas más destacadas se encuentra la figura de Santiago, realizada por el taller del Maestro Mateo, que simboliza el punto culminante de la experiencia de los peregrinos al "abrazar" al Apóstol.

El retablo del trasaltar conmemora episodios clave de la vida apostólica de Santiago, complementado con fragmentos históricos como restos del Arca Marmorica y del altar original de la catedral. Este retablo no solo resalta la devoción al santo, sino que también conserva detalles en mármol y granito que vinculan el presente con los inicios del culto jacobeo.

Otras piezas importantes incluyen las urnas laterales que han servido como depósitos eucarísticos en eventos significativos, y las tablas manieristas de Juan Bautista Celma, que aunque hoy se encuentran en el Museo Catedralicio, reflejan la riqueza iconográfica que alguna vez adornó este espacio.
En conjunto, el trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela es una obra maestra que combina arquitectura, arte y espiritualidad, ofreciendo a los peregrinos y visitantes una experiencia única de conexión histórica y religiosa.
Significado Espiritual y Simbólico del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
Conexión con el culto a Santiago el Mayor
El trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela tiene un papel fundamental en la veneración del Apóstol Santiago, figura central del templo y eje del Camino de Santiago. Este espacio es el lugar donde los peregrinos completan su recorrido espiritual al abrazar la estatua del Apóstol, un acto que simboliza la culminación del viaje físico y la experiencia de comunión con el santo.
Desde la consagración de la catedral en 1211, este rincón tras el altar mayor ha sido punto de encuentro entre el peregrino y la tradición espiritual, permitiendo un contacto tangible con Santiago a través de la figura esculpida por el Maestro Mateo. En este lugar, además, se veneraban reliquias vinculadas al Apóstol, como su bordón y sombrero, que reforzaban el simbolismo de la peregrinación.
El trasaltar no solo permite el contacto devocional, sino que históricamente facilitó una conexión visual con el lugar más sagrado de la catedral: la tumba del Apóstol. Así, su diseño y disposición reflejan la intención de destacar la centralidad de Santiago en el culto cristiano y consolidar su papel como intercesor entre los fieles y Dios.

Iconografía y mensajes teológicos representados en el espacio
La iconografía del trasaltar combina elementos románicos y barrocos que comunican profundos mensajes teológicos. En este espacio, las esculturas, relieves y decoraciones no son meramente ornamentales, sino narrativas visuales que guían al creyente en su meditación espiritual.
Por un lado, los episodios de la vida y pasión de Cristo reflejados en las tablas renacentistas de Juan Bautista Celma conectan la figura de Santiago con el sacrificio redentor de Jesús. Por otro lado, las representaciones de los misterios gloriosos del Rosario en el exterior de la girola refuerzan la idea de la intercesión divina a través del Apóstol.
Las figuras de ángeles y santos que rodean el trasaltar subrayan la idea de un espacio sacro donde el cielo y la tierra se encuentran. Además, los vitrales que adornan esta zona iluminan el espacio con una luz que simboliza la presencia de Dios, destacando la importancia de la trascendencia y la fe en la vida cristiana.


Relevancia para los peregrinos y devotos
El trasaltar tiene un profundo significado para los peregrinos, pues representa el último paso en su jornada de fe. Al llegar a este espacio, los caminantes tienen la oportunidad de abrazar la estatua del Apóstol y agradecer por las bendiciones recibidas durante el camino. Este acto, cargado de simbolismo, señala el fin de la peregrinación y el comienzo de una renovación espiritual.
Para los devotos locales y los fieles que no pueden realizar el Camino, el trasaltar es igualmente un punto de encuentro con Santiago. Sus representaciones y reliquias son un recordatorio del papel del Apóstol como protector y guía en la fe. La cercanía al altar mayor y la urna apostólica enfatizan la importancia de este lugar como puente entre lo terrenal y lo divino.


Finalmente, el trasaltar es también un espacio de contemplación para quienes buscan conectar con la historia y espiritualidad de la catedral. Su disposición arquitectónica y riqueza simbólica refuerzan el papel de la Catedral de Santiago como uno de los epicentros del cristianismo occidental.
Conservación y Restauración del Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela
Principales esfuerzos históricos para preservar el Trasaltar
La conservación del trasaltar de la Catedral de Santiago ha sido una tarea crucial a lo largo de los siglos debido a su importancia arquitectónica, artística y espiritual. Desde la Edad Media, se han registrado intervenciones destinadas a mantener la integridad de este espacio. En el siglo XII, durante las reformas dirigidas por el arzobispo Diego Gelmírez, se aseguró la estabilidad del trasaltar como parte de la ampliación de la catedral para acomodar a los numerosos peregrinos.
En el Renacimiento, se incorporaron elementos como las tablas manieristas de Juan Bautista Celma para enriquecer el espacio con un programa iconográfico que vinculaba la vida de Cristo con el simbolismo mariano. Más tarde, en el siglo XVI, se reforzó la estructura y se añadieron nuevas obras, como la custodia de Antonio de Arfe, reflejando el compromiso de preservar el carácter sagrado del lugar.


A lo largo de los siglos, el trasaltar también se adaptó a las necesidades litúrgicas, sirviendo en ocasiones como sacristía o espacio de culto. La constante atención de la Iglesia y la intervención de artesanos destacados garantizó que este espacio resistiera los embates del tiempo y las vicisitudes históricas, como la amenaza de saqueo por parte de las tropas de Sir Francis Drake en el siglo XVI.
Intervenciones recientes y retos actuales en la conservación
En las últimas décadas, el trasaltar ha sido objeto de rigurosos proyectos de restauración que buscan equilibrar la preservación de su esencia histórica con la incorporación de técnicas modernas. En el siglo XX, durante las excavaciones arqueológicas realizadas por Antonio López Ferreiro, se redescubrieron elementos clave del trasaltar, lo que permitió una comprensión más profunda de su evolución. Estos trabajos también abrieron paso a la creación de un acceso más directo a la tumba apostólica, fortaleciendo su papel en la experiencia de los peregrinos.
Recientemente, la restauración ha enfocado esfuerzos en la limpieza y consolidación de los materiales originales, como las rejas de bronce de Andrés Antelo y las pinturas manieristas, además de la implementación de sistemas de control ambiental para proteger el espacio de la humedad y otros agentes de deterioro.
Sin embargo, persisten desafíos importantes, como el desgaste causado por el alto volumen de visitantes, que requiere estrategias sostenibles para equilibrar la conservación con el acceso público. Asimismo, el impacto del cambio climático y la necesidad de financiar intervenciones de gran envergadura demandan una planificación a largo plazo y la colaboración entre instituciones públicas y privadas.
Papel del Trasaltar en el mantenimiento del patrimonio de la catedral
El trasaltar no solo es un espacio litúrgico y devocional; es también un símbolo de la continuidad histórica y cultural de la Catedral de Santiago. Su conservación asegura que las generaciones futuras puedan conectarse con la rica tradición del Camino de Santiago y con la espiritualidad que este lugar emana.
Además, el trasaltar desempeña un papel crucial en el turismo cultural, funcionando como un punto de interés clave para los millones de peregrinos y visitantes que llegan a Compostela. Cada detalle, desde las rejas fundidas en el siglo XIX hasta los vitrales que filtran la luz, contribuye a la atmósfera única del lugar y refuerza su valor como patrimonio universal.
En el contexto del mantenimiento global de la catedral, el trasaltar se posiciona como un ejemplo paradigmático de cómo las intervenciones cuidadosas y respetuosas pueden integrar la preservación histórica con las demandas contemporáneas. Su conservación no solo protege un espacio físico, sino que también mantiene vivo un legado que conecta a la humanidad con su pasado espiritual y cultural.
Este enfoque asegura que el trasaltar siga siendo un lugar donde la historia, el arte y la fe convergen, perpetuando su relevancia dentro del vasto patrimonio de la Catedral de Santiago.
El Trasaltar en la Experiencia del Visitante
Descripción del acceso y recorrido por esta área de la catedral
El acceso al trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela es una experiencia que marca profundamente a los peregrinos y visitantes. Este espacio, situado detrás del altar mayor, se abre hacia el deambulatorio, un pasillo diseñado específicamente para facilitar el flujo de los peregrinos sin interrumpir las actividades litúrgicas. Entrar por la Puerta Santa en años jubilares ofrece una vista directa del trasaltar, que conecta visualmente al visitante con la urna apostólica, el corazón espiritual del templo.


El recorrido por el trasaltar permite a los visitantes contemplar la figura del Apóstol Santiago, situada en un lugar destacado y accesible a través de una pequeña escalera. Aquí, los fieles pueden realizar el tradicional "abrazo al Apóstol", un acto simbólico que representa el final del Camino de Santiago y un momento de comunión personal con el santo. Además, las paredes y elementos decorativos del trasaltar, con su rica iconografía y vitrales de bronce fundidos, sumergen al visitante en una atmósfera de recogimiento y admiración artística.
Impresiones y testimonios de visitantes
Los testimonios de quienes visitan el trasaltar destacan su impacto emocional y espiritual. Muchos peregrinos describen el "abrazo al Apóstol" como un momento culminante de su viaje, un instante de gratitud y reflexión que queda grabado en su memoria. La cercanía a la figura de Santiago y la conexión visual con su tumba generan una sensación de paz y reverencia, según narran quienes completan la peregrinación.
Además, visitantes de todas las procedencias señalan la belleza del trasaltar como una de las joyas arquitectónicas de la catedral. La combinación de elementos barrocos y renacentistas, junto con los vitrales y la reja ornamentada, crea un ambiente que combina lo místico y lo estético. Muchos turistas no peregrinos se sienten igualmente conmovidos por la majestuosidad del lugar, destacando la atmósfera única que se percibe al recorrer esta área.
Importancia del Trasaltar como atracción turística y espiritual
El trasaltar de la Catedral de Santiago es más que un punto de interés arquitectónico; es una de las principales razones que atraen a millones de personas cada año. Desde el punto de vista turístico, representa una parada obligatoria dentro de la visita a la catedral, combinando historia, arte y espiritualidad en un solo espacio.
Espiritualmente, el trasaltar es un lugar de especial relevancia. Para los peregrinos, simboliza el cierre de su viaje físico y el inicio de una renovación interior, reforzando el vínculo con el Apóstol y con la tradición del Camino de Santiago. Su papel como lugar de veneración y recogimiento es esencial para la experiencia religiosa de la catedral, subrayando la importancia del trasaltar no solo como un destino turístico, sino como un espacio sagrado que mantiene viva la esencia espiritual de Compostela.
En conclusión, el trasaltar no solo constituye un elemento fundamental en la estructura y función de la Catedral de Santiago, sino que también ofrece a los visitantes una experiencia inolvidable que mezcla historia, arte y fe.
Conclusión
Resumen del valor artístico, histórico y religioso del Trasaltar
El Trasaltar de la Catedral de Santiago de Compostela es un espacio único que sintetiza la riqueza artística, histórica y espiritual del templo. Su historia está intrínsecamente ligada a la evolución de la catedral como centro de culto y peregrinación desde el siglo XI.
Cada elemento, desde los relieves del Maestro Mateo hasta las transformaciones renacentistas y barrocas, refleja el genio artístico de las épocas que lo vieron surgir y evolucionar. Este espacio no solo es testigo del pasado, sino también del fervor religioso que llevó a la veneración del Apóstol Santiago en su figura icónica.
Históricamente, el Trasaltar ha sido escenario de importantes ceremonias y custodia de reliquias, incluyendo momentos decisivos como el ocultamiento de los restos apostólicos ante amenazas externas. Religiosamente, el Trasaltar no es simplemente un lugar de tránsito; su ubicación estratégica permite un encuentro visual directo con el mausoleo apostólico, simbolizando el punto culminante del Camino de Santiago. Así, combina la solemnidad del arte sacro con el misticismo inherente a la fe que mueve a millones de peregrinos.
Invitación a visitarlo como parte esencial del conjunto catedralicio de Santiago de Compostela
Visitar el Trasaltar de la Catedral de Santiago no es solo un recorrido por un espacio arquitectónico, sino una experiencia transformadora. Este rincón emblemático del templo invita a los fieles y curiosos a conectarse con siglos de historia y devoción. Al entrar por la Puerta Santa, el Trasaltar es lo primero que cautiva la mirada, introduciendo al visitante en la espiritualidad y majestuosidad que define a esta catedral, Patrimonio de la Humanidad.
Con sus vitrales centenarios, su vínculo con los peregrinos y su trascendencia artística, el Trasaltar se presenta como una joya que no puede pasarse por alto. Ya sea como un punto de reflexión, un símbolo de fe o una obra maestra del arte, es un lugar que merece ser explorado. Así, la invitación está hecha: descubrir el Trasaltar es comprender una parte esencial del alma de Santiago de Compostela y de su Catedral.
Preguntas frecuentes sobre El Trasaltar de la Catedral
El Trasaltar es el espacio ubicado detrás del altar mayor de la Catedral de Santiago de Compostela. Su importancia radica en su profundo significado religioso, arquitectónico e histórico. Es un punto central de veneración al Apóstol Santiago, fundamental para las ceremonias litúrgicas y la experiencia del peregrino, ya que está directamente vinculado a la tumba del apóstol.
El Trasaltar forma parte del diseño de "iglesia de peregrinación" de la Catedral. Su ubicación detrás del altar mayor, conectado con el deambulatorio (o girola), permite a los peregrinos rodear el altar y acercarse a las reliquias sin interferir con las celebraciones litúrgicas, facilitando así el flujo continuo de visitantes.
El Trasaltar evolucionó como un espacio central desde los inicios de la Catedral en el siglo XI. Ya en el siglo XII, durante la época de Gelmírez, se documenta la capilla de la Magdalena en este lugar, consolidándolo como un epicentro de fe.
Originalmente, el Trasaltar fue un espacio de culto íntimo y conexión directa con el Apóstol, donde se celebraba la misa de "Prima" para el pueblo llano y se veneraba una imagen de Santiago del Maestro Mateo. En el siglo XVI, añadió funciones como la custodia del Santísimo Sacramento y la disposición de la sacristía alta, consolidando su papel litúrgico y decorativo a lo largo de los siglos a través de diversas transformaciones artísticas.
El Trasaltar está intrínsecamente vinculado con la tumba del Apóstol Santiago, siendo la razón de ser del templo. Fue diseñado para enmarcar el "sancta sanctorum" y servir como puente entre el altar mayor y la cripta. Aunque el acceso directo a la tumba se cerró con las obras de Gelmírez, se mantuvo la conexión a través de la veneración de la imagen del santo, y su redescubrimiento en 1879 reafirmó su centralidad.
El Trasaltar es un espacio emblemático situado en la parte posterior del altar mayor, conectando el presbiterio con el deambulatorio. Presenta una estructura abierta y diáfana con bóvedas de medio cañón y columnas ornamentadas. Cuenta con accesos estratégicamente ubicados para acercarse tanto a la urna apostólica como a los elementos litúrgicos.
El Trasaltar combina la austeridad y solidez del románico con los detalles ornamentales y dinámicos del barroco. También conserva fragmentos del estilo renacentista/manierista, como las rejas originales del siglo XVI de artistas como Guillén de Bourse y Pedro Flamenco.
Entre las obras más importantes, se encuentra la figura de Santiago del taller del Maestro Mateo, fundamental para el "abrazo al Apóstol". También destaca el retablo del trasaltar con relieves de la historia apostólica, fragmentos del Arca Marmorica y del altar original. Antiguamente, también albergaba las tablas manieristas de Juan Bautista Celma, que hoy se encuentran en el Museo Catedralicio.
El "abrazo al Apóstol" a la figura de Santiago en el Trasaltar simboliza el punto culminante de la peregrinación. Representa la culminación del viaje físico, un momento de comunión personal, agradecimiento y renovación espiritual para los peregrinos.
La iconografía del Trasaltar utiliza esculturas, relieves y decoraciones para narrar visualmente mensajes teológicos. Ejemplos incluyen las tablas renacentistas de Juan Bautista Celma que conectan a Santiago con Cristo, las representaciones del Rosario, y las figuras de ángeles y santos que simbolizan la unión entre lo celestial y lo terrenal. Los vitrales también juegan un papel, iluminando el espacio con luz que simboliza la presencia divina.
Para los devotos locales y fieles que no pueden hacer el Camino, el Trasaltar es igualmente un punto de encuentro con Santiago. Sus representaciones y reliquias recuerdan el papel del Apóstol como protector y guía en la fe, y su cercanía al altar mayor y la urna apostólica lo convierten en un puente entre lo terrenal y lo divino.
A lo largo de los siglos, se han realizado numerosas intervenciones para mantener la integridad del Trasaltar. Desde las reformas de Gelmírez en el siglo XII para la estabilidad, hasta la incorporación de elementos renacentistas como las tablas de Celma en el Renacimiento, y refuerzos estructurales en el siglo XVI. La ocultación de las reliquias en 1589 también fue un acto de preservación.
Los retos actuales incluyen el desgaste causado por el alto volumen de visitantes, que exige estrategias de conservación sostenibles. También el impacto del cambio climático y la necesidad de financiación para intervenciones a gran escala. Recientes proyectos se han centrado en la limpieza, consolidación y sistemas de control ambiental.
El Trasaltar es accesible a través del deambulatorio, diseñado para el flujo de peregrinos. La Puerta Santa, en años jubilares, ofrece una vista directa del Trasaltar y la urna apostólica. El recorrido permite contemplar la figura del Apóstol Santiago, realizar el "abrazo al Apóstol" y admirar la rica iconografía, vitrales y elementos decorativos que crean una atmósfera de recogimiento.
Los visitantes a menudo describen el "abrazo al Apóstol" como el momento culminante de su viaje, lleno de gratitud y reflexión. La cercanía a la figura de Santiago y su tumba genera una sensación de paz y reverencia. Además, muchos destacan la belleza arquitectónica y la atmósfera única que combina lo místico y lo estético.
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