Secretos bajo tierra: arqueología en la Catedral de Santiago

Bienvenidos

Excavaciones arqueológicas

 Las excavaciones revelaron reliquias del Apóstol, basílicas, tumbas y restos medievales. Destaca la lauda de Teodomiro, enriqueciendo la historia y legado de Santiago. 

Introducción

Breve historia de la Catedral de Santiago

La Catedral de Santiago de Compostela es un monumento de fe, historia y arquitectura que ha evolucionado a lo largo de los siglos. Construida para albergar el sepulcro del Apóstol Santiago, su origen se remonta al siglo IX con Alfonso II, quien ordenó la construcción de una modesta iglesia de piedra y arcilla. 

Fue reemplazada por una basílica más grande bajo Alfonso III en el año 899, que sufrió el ataque del caudillo árabe Almanzor en 997. La actual estructura románica comenzó en 1075 y ha sido testigo de la transformación de Santiago en un epicentro de peregrinación y cultura religiosa.

Importancia de las excavaciones arqueológicas

Las excavaciones arqueológicas en la Catedral de Santiago han permitido reconstruir su rica historia y las diferentes etapas arquitectónicas. Desde los restos de un mausoleo romano del siglo I, utilizado para enterrar al Apóstol, hasta fragmentos de las primeras iglesias prerrománicas, los hallazgos han arrojado luz sobre hechos como la destrucción de la basílica por Almanzor o la existencia de construcciones romanas asociadas a guarniciones militares. 

Piezas procedentes de las excavaciones arqueológicas y de la época prerrománica.
Piezas procedentes de las excavaciones arqueológicas y de la época prerrománica.

Estos trabajos también han desvelado elementos clave, como la lauda del obispo Teodomiro, confirmando relatos históricos y conectando a los visitantes con el pasado espiritual y cultural de Compostela.

Lauda de Teodomiro. Hoy en el brazo sur del transepto, cerca del mismo punto donde fue hallada en las excavaciones arqueológicas del brazo sur.
Lauda de Teodomiro. Hoy en el brazo sur del transepto, cerca del mismo punto donde fue hallada en las excavaciones arqueológicas del brazo sur.

Origen y objetivos de las excavaciones

Primeras investigaciones arqueológicas

Las investigaciones arqueológicas en la Catedral de Santiago comenzaron oficialmente en el siglo XIX, bajo la dirección del canónigo López Ferreiro. Su hallazgo en 1879 de las reliquias del Apóstol Santiago marcó un hito en la historia del templo, desvelando la existencia del mausoleo romano original que albergó al Apóstol y sus discípulos. 

Posteriormente, a mediados del siglo XX, las excavaciones lideradas por Manuel Chamoso Lamas revelaron las tres etapas arquitectónicas de la Catedral: las basílicas prerrománicas y la románica actual, exponiendo además estructuras y tumbas de épocas anteriores.

Motivaciones detrás de las excavaciones

El interés principal de las excavaciones ha sido recuperar y preservar la historia y el legado religioso de Santiago de Compostela. La búsqueda de pruebas materiales que confirmaran la tradición del sepulcro apostólico fue una motivación inicial, como en el caso de López Ferreiro. 

Más tarde, las investigaciones buscaban también comprender las transformaciones urbanísticas y religiosas que rodearon a la Catedral, así como los restos romanos y medievales que explican su evolución como núcleo de peregrinación.

Implicaciones históricas y culturales

Los hallazgos arqueológicos han aportado pruebas tangibles sobre la historia de la Catedral y la ciudad de Compostela, reafirmando su rol como destino espiritual. 

Los restos del mausoleo romano, las basílicas prerrománicas y el entorno defensivo de la Compostela medieval han enriquecido nuestra comprensión de su importancia estratégica y cultural. 

Excavaciones arqueológicas de la nave mayor. Vista general y restos de muros
Excavaciones arqueológicas de la nave mayor. Vista general y restos de muros
Excavaciones bajo la nave mayor. Restos de la muralla en torno al primitivo templo apostólico.
Excavaciones bajo la nave mayor. Restos de la muralla en torno al primitivo templo apostólico.

Además, descubrimientos como la lauda sepulcral del obispo Teodomiro han conectado la historia con figuras clave en la tradición jacobea, fortaleciendo la relevancia del Camino de Santiago en el patrimonio universal.


Hallazgos más relevantes

El mausoleo romano y la cripta apostólica

El mausoleo romano, que alberga los restos del Apóstol Santiago, constituye uno de los hallazgos más emblemáticos en las excavaciones de la Catedral. 

Descubierto oficialmente en 1879 por el canónigo López Ferreiro, este espacio funerario se encuentra en el corazón del complejo arqueológico. 

Aunque el mausoleo ha sufrido modificaciones significativas a lo largo de los siglos, su importancia radica en ser el núcleo original que dio origen a la tradición jacobea. 

Adicionalmente, la cripta construida para sostener la basílica románica actual permite comprender la relevancia topográfica y simbólica del lugar como punto central del culto y la peregrinación.

Restos de la primitiva iglesia de Alfonso II

Bajo la basílica actual, las excavaciones han sacado a la luz los cimientos de la iglesia erigida por Alfonso II, considerada la primera en honrar al Apóstol. 

Construida en piedra y arcilla, esta modesta estructura de una sola nave albergó el sepulcro de Santiago en su cabecera. Aunque más pequeña que sus sucesoras, su descubrimiento confirmó la continuidad del culto desde los primeros años del hallazgo de los restos apostólicos. Los vestigios del umbral de su puerta oeste y otros elementos arquitectónicos son testimonio de su relevancia histórica y su papel fundacional en la evolución de la catedral.

Artefactos y mosaicos de época romana

Entre los hallazgos más destacados se encuentran restos relacionados con el pasado romano del sitio, previo a su función cristiana. Fragmentos de pavimento de hormigón rojizo, ladrillos y mosaicos, junto con revestimientos murales de pórfido verde, revelan la riqueza decorativa de las estructuras originales. 

Además, conducciones de agua y posibles restos de pequeñas termas sugieren la presencia de una guarnición romana en el área. Estos descubrimientos no solo amplían nuestra comprensión del contexto romano de Compostela, sino que también evidencian la transición del uso del lugar hacia un centro de culto cristiano.

Excavaciones bajo la nave mayor. Un antiguo pozo.
Excavaciones bajo la nave mayor. Un antiguo pozo.

Estructuras medievales descubiertas

Las excavaciones han desenterrado importantes vestigios medievales, como la cerca defensiva construida por el obispo Sisnando en el siglo X y reforzada por Cresconio en el XI. 

Excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor. Restos de murallas de la Torre de Don Cresconio y de un antiguo pozo.
Excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor. Restos de murallas de la Torre de Don Cresconio y de un antiguo pozo.
Excavaciones bajo la nave mayor. La base de la Torre de Don Cresconio.
Excavaciones bajo la nave mayor. La base de la Torre de Don Cresconio.

Estos elementos confirman la necesidad de proteger el incipiente núcleo urbano de Compostela, que fue saqueado por Almanzor en 997, dejando evidencias como madera carbonizada y materiales destruidos. 

También destacan las tumbas de diversas épocas halladas en las necrópolis, desde la hispano-romana hasta el siglo XI, lo que subraya la continuidad del uso funerario del lugar. Entre los hallazgos más singulares se encuentra la lauda sepulcral del obispo Teodomiro, pieza clave en la historia de la tradición jacobea.

Vista general hacia el lado Este de las excavaciones bajo la nave mayor de la catedral.
Vista general hacia el lado Este de las excavaciones bajo la nave mayor de la catedral.
Vista general de las excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor de la catedral.
Vista general de las excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor de la catedral.

Estos hallazgos reflejan la riqueza y complejidad histórica de la Catedral de Santiago, consolidándola como un espacio único que entrelaza el pasado romano, medieval y cristiano.


Visitas y divulgación del patrimonio arqueológico

Espacios abiertos al público: la Cripta y las excavaciones

La Catedral de Santiago de Compostela ofrece a los visitantes la oportunidad de adentrarse en su fascinante patrimonio arqueológico a través de espacios accesibles como la cripta y las excavaciones. 

La cripta, ubicada bajo el altar mayor, permite contemplar el mausoleo romano que alberga los restos del Apóstol Santiago, una experiencia que conecta a los peregrinos con los orígenes del culto jacobeo. 

En 1879, según el diseño de López Ferreiro, se altera el espacio del mausoleo apostólico para hacer un pequeño oratorio ante la urna que contiene los restos
En 1879, según el diseño de López Ferreiro, se altera el espacio del mausoleo apostólico para hacer un pequeño oratorio ante la urna que contiene los restos
La cripta apostólica. Los muros del mausoleo romano y su distribución sufrieron alteraciones desde la edad media hasta la definitiva cripta del XIX. Al fondo, la urna.
La cripta apostólica. Los muros del mausoleo romano y su distribución sufrieron alteraciones desde la edad media hasta la definitiva cripta del XIX. Al fondo, la urna.

Por otro lado, las excavaciones, visibles desde las naves y el brazo sur del crucero, revelan restos de las estructuras prerrománicas, medievales y romanas, incluyendo tumbas, cimientos y conducciones de agua. 

Detalle del acceso a las excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor, abierto a los pies de la misma.
Detalle del acceso a las excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor, abierto a los pies de la misma.
Detalle del acceso a las excavaciones arqueológicas del brazo sur de la catedral, donde se encontró la tumba del obispo de Iria, Teodomiro.
Detalle del acceso a las excavaciones arqueológicas del brazo sur de la catedral, donde se encontró la tumba del obispo de Iria, Teodomiro.

Estos espacios cuidadosamente preservados y señalizados ofrecen un recorrido único por la historia de la Catedral y la evolución de Compostela como centro de peregrinación.

Programas educativos y exposiciones

El programa de divulgación arqueológica de la Catedral incluye actividades diseñadas para educar y fascinar a públicos de todas las edades. Mediante visitas guiadas especializadas, los visitantes pueden comprender el contexto histórico de los hallazgos y su importancia cultural. 

Además, exposiciones permanentes y temporales dentro del museo catedralicio muestran piezas significativas como la lauda sepulcral del obispo Teodomiro, acompañadas de paneles explicativos y material audiovisual que enriquecen la experiencia. 

También se desarrollan talleres educativos y conferencias destinadas a escolares, investigadores y público general, fomentando el conocimiento y la valoración del patrimonio histórico de Compostela.

Importancia del turismo cultural

El patrimonio arqueológico de la Catedral de Santiago de Compostela es un pilar del turismo cultural en Galicia. Los visitantes, atraídos por la singularidad de estos espacios, encuentran en las excavaciones una ventana al pasado que complementa la riqueza artística y espiritual de la Catedral. 

Este enfoque no solo incrementa la afluencia de turistas interesados en la historia y la arqueología, sino que también contribuye a la conservación del patrimonio a través de los ingresos generados.

Además, la divulgación de estos recursos fortalece el posicionamiento de Santiago como un destino clave dentro del Camino de Santiago, promoviendo un turismo sostenible que respeta y preserva su legado cultural.

Este enfoque integral combina accesibilidad, educación y promoción cultural, garantizando que las riquezas arqueológicas de la Catedral sigan siendo valoradas y disfrutadas por futuras generaciones.


Curiosidades y anécdotas de las excavaciones

Descubrimientos inesperados

Las excavaciones arqueológicas de la Catedral de Santiago han dejado al descubierto hallazgos sorprendentes que aportan detalles fascinantes sobre su historia. Uno de los más destacados es la lauda sepulcral del obispo Teodomiro, encontrada en 1955 cerca de la nave lateral del crucero sur. Este descubrimiento confirmó la conexión histórica entre Teodomiro y el sepulcro del Apóstol, siendo un testimonio directo de la veneración temprana del lugar. 

Otro hallazgo inesperado incluye restos de madera carbonizada, que corroboraron los registros históricos del ataque de Almanzor en el año 997, cuando la basílica fue incendiada.

Además, en las excavaciones bajo la basílica actual, se descubrieron fragmentos del pavimento de la iglesia de Alfonso III y restos del revestimiento de pórfido verde que decoraba sus muros, un indicio de la riqueza y el esplendor que poseía este templo medieval. 

Detalle de las excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor, en el paso que da acceso a los restos de la basílica prerrománica de Alfonso III.
Detalle de las excavaciones arqueológicas bajo la nave mayor, en el paso que da acceso a los restos de la basílica prerrománica de Alfonso III.

Por si fuera poco, las conducciones de agua halladas cerca de la puerta de Platerías sugieren la existencia de pequeñas termas romanas, vinculadas quizás a una antigua guarnición militar. Estos descubrimientos no solo amplían nuestro conocimiento, sino que también revelan capas desconocidas de la historia compostelana.

Leyendas vinculadas a los hallazgos

Las excavaciones de la Catedral están envueltas en leyendas que dotan de un aura mística a sus descubrimientos. Una de las más conocidas es la historia del ermitaño Pelayo, quien aseguró haber sido guiado por luces celestiales al sepulcro del Apóstol Santiago, dando origen al culto jacobeo. Este relato, reforzado por el hallazgo de la lauda de Teodomiro, simboliza el comienzo de Compostela como un centro de peregrinación.

Otra leyenda narra que los restos de madera carbonizada descubiertos tras las excavaciones no solo pertenecen al incendio provocado por Almanzor, sino que están imbuidos de un carácter sagrado por haber sobrevivido milagrosamente al ataque.

Asimismo, se dice que en el subsuelo de la Catedral se encuentra un pasadizo secreto que conectaba los primeros mausoleos romanos con otros puntos estratégicos de la ciudad, aunque nunca ha sido localizado en su totalidad. Estas historias, junto con los hallazgos arqueológicos, no solo alimentan la curiosidad de los visitantes, sino que también subrayan la rica tradición oral que envuelve este emblemático lugar.

Con cada excavación, la Catedral no solo revela fragmentos de su pasado, sino que también mantiene viva la mezcla de historia y mito que hace de Santiago un destino único.


Conclusión

Reflexión sobre la importancia del patrimonio arqueológico

El patrimonio arqueológico no solo nos conecta con nuestro pasado, sino que también nos permite comprender las raíces de nuestra cultura y sociedad. Las excavaciones en la Catedral de Santiago de Compostela son un claro ejemplo de cómo el trabajo arqueológico puede desvelar secretos ocultos durante siglos, enriquecer la historiografía y dar vida a historias que de otro modo permanecerían en el olvido. 

Desde la revelación de las reliquias del Apóstol hasta los restos de antiguas construcciones y elementos decorativos, cada hallazgo aporta una pieza al complejo rompecabezas de nuestra historia.

Sin embargo, este patrimonio no es solo un recurso histórico, sino también un legado que debemos proteger. Su conservación requiere un equilibrio entre el acceso público y la preservación, asegurando que generaciones futuras puedan disfrutar y aprender de estos tesoros. 

La labor arqueológica en la Catedral destaca la necesidad de seguir explorando y valorando el pasado, no solo como un ejercicio académico, sino como una manera de comprender nuestra identidad colectiva.

Invitación a visitar y valorar este legado histórico

La Catedral de Santiago de Compostela y sus excavaciones arqueológicas ofrecen una experiencia única para quienes desean adentrarse en siglos de historia, leyenda y arte. Más allá de su majestuosidad como lugar de culto y destino de peregrinación, la Catedral es un auténtico museo viviente donde cada piedra cuenta una historia y cada hallazgo arqueológico añade un nuevo capítulo a su legado.

Invitamos a todos los amantes de la historia, la cultura y la espiritualidad a visitar este emblemático lugar. Caminar por los pasajes subterráneos, admirar los restos de las antiguas basílicas y contemplar hallazgos como la lauda de Teodomiro es un privilegio que no deja indiferente a nadie. Más allá de la experiencia turística, es un llamado a valorar y respetar un patrimonio que no solo pertenece a Compostela, sino al mundo entero.

Al visitar este legado histórico, contribuimos a su preservación y nos convertimos en parte de su historia, garantizando que su riqueza siga inspirando y asombrando a las generaciones venideras.